El Periodismo BUITRE y el raiting carroñero

¿Y los niños?

Una pobre mujer, abando­nada por el padre de sus hijos, vivía con ellos tra­bajando de guardiana en el Colegio Las Nazarenas en San Juan de Miraflores. En la madru­gada de ayer un sujeto de 19 años entró al colegio –aparentemente tenía la intención de robar pero las circunstancias están en inves­tigación– y asesinó a la madre de una forma brutal, degollándola delante de sus hijos.
Alertada la policía logró rescatar a tres niños pero el sujeto retuvo a una niña de 7 años por varias horas hasta que finalmente se entregó.

Hasta aquí, una página más de la horrenda crónica policial en la que se han convertido los noticieros ma­tutinos de televisión. Pero lo que vino después fue un espectáculo tan grotesco que no puede dejarse solo en el ámbito de la reflexión sobre la inseguridad ciudadana.

Los canales de señal abierta y cable que transmitían la noticia olían sangre como si de buitres se tratara y hubiera que arrancarse los despojos de las víctimas. Con total impudicia, violando abierta­mente el artículo 6 del Código del Niño y Adolescente, decenas de cámaras y reporteros en enlaces en vivo se abalanzaron sobre los niños (todos muy pequeños) que cargados por algunas mujeres, familiares de la víctima, oían las preguntas que a gritos hacía cada reportero sobre su madre.

¿Qué trauma brutal puede cargar un niño el resto de su vida al ver asesinar a su madre? Y sobre esa situación, ¿deben revivir la muerte que acaban de ver en las preguntas de los reporteros? ¿Ser acosados por una turba de desconocidos que los enfocan y tratan de sacar “su mejor ángulo”?

¿Eso es periodismo? ¿Revictimi­zar criaturas? ¿Aterrarlas nue­vamente? ¿Colocar sus nombres y el de su madre una y otra vez para que el estigma les quede de por vida? Por eso la ley prohíbe identificar víctimas y victimarios menores de edad aun cuando sean testigos de un delito. Como el incumplimiento del Código del Niño y del Adolescente no tiene sanción económica, los medios pelean en rating olvidando toda ética profesional y arranchándose la audiencia de la hora usando el morbo inevitable del público.

Yo sé, porque conozco a muchos, que en los switchers a esa hora hay padres y madres que tienen alma. No vale la pena que por un punto de rating causar más sufrimiento.

Rosa María Palacios / exitosadiario.pe

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