Nelson Manrique |
Según el informe de la UIT para fines del 2013 habrá 6.800 millones de suscripciones a celulares, casi un celular por habitante del planeta, pero no todas las personas tienen un teléfono móvil. Al finalizar este año 2.700 millones de personas usarán Internet, mientras 4.400 millones seguirán desconectadas.
Casi todas las personas del mundo viven en un lugar cubierto por una señal de celular, pero solo el 50% de la población tiene cobertura de redes 3G, el mínimo tecnológico necesario para acceder a la banda ancha móvil que da acceso a Internet desde dispositivos portátiles. La conexión de banda ancha inalámbrica ha crecido a una tasa de 40% anual en los últimos tres años, mientras la banda ancha fija (la basada en cableado físico) ha crecido solo al 10% anual. El futuro es pues de la navegación desde dispositivos móviles, donde el tercer mundo está muy retrasado.
Es valioso el Índice de Desarrollo de las TIC, que se ha construido contrastando información de 157 países. Es un índice compuesto que combina tres variables que se consideran cruciales para incorporarse a la sociedad de la información: 1) grado de acceso a Internet, 2) uso que se hace de ella, y 3) habilidades para manejarla.
En el resumen general el Perú ocupa el puesto 92 entre 157 países, con un puntaje de 3,68 en una escala que va de cero a 10.0. Hemos descendido un puesto con relación al año pasado. Comparativamente, nos encontramos por detrás de Mongolia, Turquía y Albania –que ocupan los últimos lugares en Europa–, Egipto, Vietnam, Fiji, Marruecos y Túnez. Si comparamos nuestra posición relativa en América Latina, están por delante nuestro Uruguay, en el puesto 47, Chile en el 51, Argentina en el 53, Brasil en el 62, Costa Rica en el 60, y Ecuador en el puesto 81. En América ocupamos un lugar en la cola, en el puesto 19 entre 28 países, superando solo a Bolivia, Paraguay y a algunos países centroamericanos.
Las áreas en las cuales somos claramente deficitarios –que explican nuestra decepcionante ubicación– son dos. En acceso a Internet ocupamos el puesto 95, con 3,85 puntos, y en el uso de la red de redes ocupamos el puesto 97, con apenas 1,63 puntos.
Hasta aquí la información presentada ratifica lo previsible, dadas las enormes desigualdades socioeconómicas que existen en nuestro país y el deplorable estado de nuestro sistema educativo, que son las mayores barreras para insertarse en la sociedad de la información. Pero la medición del otro indicador fundamental brinda una gran sorpresa: en habilidades para el manejo de Internet ocupamos el puesto 63 a nivel mundial con 7,45 puntos, más de 30 puestos por delante de nuestra ubicación en los otros dos indicadores, lo cual nos pone, en habilidades, por delante de países que nos superan ampliamente en desarrollo: Luxemburgo, Brasil, México, Singapur, Malasia, China, Sudáfrica.
Tenemos pues un valioso capital cultural en la facilidad con que los peruanos manejan las TIC (las razones de esto merecen otro artículo), a pesar de nuestros pésimos indicadores en educación. Nuestros déficits reflejan sobre todo carencias institucionales: insuficiente infraestructura de comunicaciones y desigualdad socioeconómica, que marginan a la mayoría de los peruanos también en este terreno.
Tenemos otra fortaleza en la proporción de nativos digitales (definidos como jóvenes entre los 15 y 24 años, inclusive, con 5 o más años de experiencia usando Internet) con relación a la población total. A este nivel nos situamos en el grupo de vanguardia en América Latina, con el 9,8% de nuestra población comprendida en esta categoría, detrás de Chile, que encabeza la lista con 11,3%, Brasil y Uruguay. Capital social hay; falta que el Estado se ponga las pilas.
Las carencias en política estatal son clamorosas. En el Perú tenemos apenas el 15% de escuelas conectadas a Internet. El viceministro de Gestión Institucional del MinEdu, Fernando Bolaños, justifica este déficit argumentando que tenemos escuelas por encima de los 4 mil metros sobre el nivel del mar y que hay otras emplazadas en la Amazonía, a las cuales solo se puede llegar navegando (http://bit.ly/1geYvIW). Pero es evidente que ese 85% de escuelas que no están conectadas a Internet no están en esas condiciones extremas. Nuevamente, falta voluntad política para encarar el reto.
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